animas benditas del santo purgatorio Misterios

animas benditas del santo purgatorio Misterios

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Las leyendas y la tradición de las ánimas benditas son muy conocidas en todo el distrito guatemalteco, por lo que el 1 de noviembre suele realizarse en el pueblo un cortejo que sale de la iglesia, el cual recorre la población para hacer que las almas que se encuentran en el purgatorio puedan alcanzar el gloria.

Mis ánimas benditas del purgatorio pido por ustedes y sobretodo por las más necesitadas, líbrales Señor del fuego del averno y que brille para ellas su fuego perpetua y descansen en Paz .

Espíritu Santo, te pido que acompañes a estas almas con tu consuelo y Piloto. Ilumina sus mentes y corazones para que comprendan que tu inclinación y misericordia son infinitos. Ayúdales a encontrar consuelo en tu presencia, mientras esperan alcanzar la plenitud de la vida eterna.

Todo esto fue ejecutado por la Santa con permiso de la superiora; sin bloqueo, sus sufrimientos aumentaban tanto que la debilitaban horriblemente y no le permitían no obstante descansar; y como la obediencia la había obligado a permanecer en cama para recuperar fuerzas, esa alma se le acercó nuevamente y, reprochándole su pereza y sus comodidades, le mostró el lecho de fuego en el que ella yacía en el Purgatorio, un lecho horrible y tormentoso, sobre el cual cada error más ligera contra la regla Cuadro castigada severamente con un castigo específico; y añadía:

Perdona nuestras ofensas como asimismo nosotros perdonamos a los que nos ofenden: Te ruego, buenísimo Padre, perdona a las pobres almas del purgatorio todas las deudas que ellas han asumido con los siete pecados capitales, y sobre todo porque no han amado a sus enemigos y no han querido perdonarlos.

Por ello, las personas consagradas al Señor con la profesión religiosa deben custodiar atentamente cada una de sus palabras, cada una de sus acciones y pensamientos, para no acordar un día afectadas por la severa Imparcialidad de Altísimo.

Solicitar ayuda divina o celestial es una buena manera de conseguir alternativa a nuestros problemas o solventar alguna necesidad peculiar. La oración ha sido por muchos abriles la mejor modo de comunicarnos con Todopoderoso.

¿Qué palabras debo usar en una ANIMAS BENDITAS oración a las animas benditas para que mi solicitud sea escuchada y atendida rápidamente?

Las alamas benditas me advierten en mis sueños y me piden otras veces que de mensajes, yo hago una pequeña oración por el inmortal descanso de ellas

Benditas almas del purgatorio, pedís ayuda porque estáis sufriendo, sufragios para vuestro alivio y en el día de hogaño, voy a ofrecer mis plegarias en vuestro favor, te rogamos actualmente nuestro señor Nazareno por las benditas animas fieles que en el purgatorio estan almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes a tus santos ángeles y las tomen y las lleven a la Pueblo del paraíso, pues esperaron y creyeron en ti, para que no padezcan animas benditas novena las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos y a vosotras os pido a cambio que os acordéis de mis necesidades, liberadme de los peligros que me acechan y obtener para mí esta gracia.

Fue profundamente movida por el pensamiento del intenso e incesante sufrimiento que soportaban las pobres Almas, y se horrorizaba al ver cuán cruelmente eran olvidadas y dejadas de ala por sus amigos de la Tierra.

Confio en las benditas ánimas del purgartorio.y Les rezo cada Perplejidad.si no no duermo empiezo a soñar.que se me conceda lo que hoy he pedido ánimas del purgatorio oracion a las animas benditas quien las pudiera aliviar el señor las saque de penas y las lleve a descansar amén

El Sínodo de Arrás de 1025 admite que los vivos pueden remunerar con sus buenas obras las deudas espirituales de los difuntos, quienes luego no pueden hacerlo por sí mismos. El Primer Concilio de Lyon (1245) enseña claramente la existencia del Purgatorio y la posibilidad del sufragio.

Al realizar como pedirle a las animas benditas esta obra, cumplimos con el mandato bíblico de enamorar al prójimo como a nosotros mismos y de ayudar a aquellos que más lo necesitan.